Arthur Koestler narra en este libro su experiencia en la España de Franco entre los años 1936 y 1940. Relata sus experiencias como corresponsal de un diario de ideología comunista. También detalla las crueldades y las aberraciones de las que fueron víctimas muchas personas conocidas para el autor. Koestler fue detenido por las fuerzas de Franco, enviado a la cárcel donde permaneció unos meses y fue sentenciado a muerte por considerarlo espía, pero por un intercambio de prisioneros logró salvar milagrosamente su vida.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2000 | Debate |
490 |
9788483063583 |
Título completo: Autobiografía II. La escritura invisible |
1974 | Alianza/Emece |
199 |
978-84-206-1545-5 |
Quinto tomo en la edición de Alianza/Emecé. |
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El quinto tomo de la
El quinto tomo de la Autobiografía de Koestler abarca el periodo 1936-1940. Explica el autor como España fue el primer país donde tuvo éxito el Frente Popular, una alianza entre los obreros y la clase media progresista. Ocurrió en las elecciones de febrero de 1936 y en el mes de julio se produjo la sublevación militar. "Franco -escribe- desató en el mundo entero olas de indignación más apasionadas al principio que Hitler" (pág.31). El autor fue enviado como corresponsal para documentar las atrocidades cometidas por los sublevados, pero a comienzos de 1937 fue hecho prisionero, acusado de espionaje y condenado a muerte.
Mientras sus compañeros de prisión eran ejecutados, Koestler relata un fenómeno anímico, una percepción de lo que él denomina el tercer nivel de la existencia: "La certeza de que existía un orden superior de la realidad y que sólo él daba sentido a la existencia" (pág.73). Se da cuenta de que su vida estaba siendo escrita independientemente de su voluntad, lo que el denomina la escritura invisible. Koestler se había preguntado siempre por el libre albedrío y ahora escribe: "El Partido negaba la libre voluntad del individuo, pero le exigía que estuviese dispuesto a sacrificarse. Le negaba poder para distinguir entre el bien y el mal, pero podía acusarle de culpabilidad y traición. La ecuación era insoluble" (pág.78). Personalmente se sentía culpable por determinadas acciones realizadas por instigación del Partido, y juró que si lograba salir vivo escribiría un ensayo autobiográfico en el que la sinceridad fuera despiadada (pág.85). Entre las cuatro paredes de la prisión, su conciencia pudo más que su compromiso político.
A través de gestiones de la Cruz Roja el preso es canjeado por una rehen existente en la zona republicana y liberado. Se entera de que mientras estaba en España, en Rusia los jefes de la Revolución y otros camaradas conocidos eran acusados de espiar para los ingleses y los alemanes, una acusación increíble, y fusilados o desaparecidos sin dejar rastro (pág.126). "Liberales de todo el mundo firmaban solicitudes para pedir la liberación de un jefe comunista encarcelado por Hitler, pero ni un uno por ciento de esos mismos liberales sentía un anhelo parecido por los jefes comunistas encarcelados y fusilados por Stalin" (pág.91). "El pacto entre Hitler y Stalin -escribe- destruyó el último rastro de mis ilusiones" (pág.130), y en 1938 solicitó la baja en el Partido Comunista.
El autor afirma que seguía creyendo en el socialismo como solución para los problemas sociales: "Toda época -escribe- tiene su religón y su esperanza, y un socialismo vago e indefinido fue la esperanza de la primera mitad del siglo XX" (...) Hasta los nazis incluyeron en su denominación esa palabra mágica" (pág.131). El autor escribía esto en 1953 y hoy podemos añadir que el socialismo siguió teniendo éxito políticamente durante la segunda mitad del siglo XX. "Las fuerzas productoras del mito -escribe Koestler- actuaban y aún actúan" (pág.132),
Ya en libertad, en 1938 Koestler entrevistó a Sigmund Freud en Londres donde el psiquiatra se encontraba exiliado, y escuchó de su boca las siguientes palabras: "[Los nazis] están desatando la agresión que se hallaba reprimida en nuestra civilización. Era inevitable que tarde o temprano ocurriera algo semejante" (pág.161). Si es acertado el análisis que hacía Freud entonces, a comienzos del siglo XXI tenemos motivos para preocuparnos, ya que nuestras sociedades sufren altísimos niveles de agresividad social y política.
El libro tiene gran interés aunque algunos piensen que son cosas del pasado, pero ha sido reeditado en nuestro país en el año 2000.