Muy al comienzo de este volumen de homilías predicadas por el cardenal arzobispo de Boston, el capuchino Sean O’Malley (Lakewook, Ohio, 1944), a lo largo de su larga trayectoria pastoral, con gran sencillez nos recuerda la visita a una barriada extrema del México DF, sin alcantarillado, ni urbanización alguna, donde unos antiguos amigos deseaban agasajarle en su casa, pero le resultaba difícil acceder a ella, pues sus sandalias de capuchino quedaban una y otra vez agarradas en el barro que inundaba aquellas urbanizaciones.