Mikel Azurmendi había ingresado en ETA como forma de oposición al régimen de Franco. Corrían los años 60, ETA todavía no mataba y él estaba en contra del asesinato como forma de actuación política.
En 1967 se exilia en Francia donde cursa estudios de Filosofía en la Sorbona de París. Paulatinamente abandona ETA, el nacionalismo, el marxismo y comienza a escribir a favor de los derechos humanos y especialmente del respeto a la vida.