He vuelto, una vez más -y no son pocas- a la ciudad del Apóstol y, aunque parezca una obviedad, he de decir que no defrauda. Tiene algo. Sí, está claro, tiene un montón de cosas maravillosas, una catedral fabulosa con un pórtico -el Pórtico de la Gloria- único, y un conjunto de edificaciones, iglesias, plazas, palacios, calles porticadas, etc., que no son fáciles de encontrar en muchos lugares.