He releído un libro que me parece maravilloso, tanto por su calidad literaria como por su contenido: “La nieta del señor Linh”, de Philippe Claudel. La profundidad con la que piensa en la persona perdida, emigrante recién llegado a un mundo desconocido, totalmente diverso al que conoce, en costumbres, en idioma, en nivel económico, etc., es admirable. El señor Linh es un pobre viejo que puede venir de Vietnam -no se dice en ningún momento en el texto su procedencia, pero se adivina- que llega solo con un bebé de meses, su nieta, a quien encontró junto al resto de su familia, muertos todos en un bombardeo. Solo la nietecita estaba viva.