La apertura del Año
Judicial ofrece una imagen solemne del Poder Judicial ante el Estado. Sin
embargo la fotografía del acontecimiento me parece patética en la
forma y el fondo. Desde el fiscal general Conde-Pumpido hasta el ministro de
Justicia Caamaño, todo son bambalinas trasnochadas: las togas, los
ostentosos collares y medallas, las puñetas, etc.