Desde sus orígenes, el hombre ha sido viajero, peregrino, aventurero, descubridor de nuevos territorios. Se refleja también en la literatura desde la antigüedad. La Biblia es, en parte, el largo periplo del pueblo elegido hacia la tierra prometida y los Hechos de los apóstoles, al contarnos los comienzos de la expansión del cristianismo y los viajes de San Pablo, nos ofrecen, además, valiosa información sobre la navegación y el comercio de entonces en el Mediterráneo. La Odisea es el relato del regreso de Ulises a casa tras muchas peripecias.