De vez en cuando se leen análisis en la prensa o
comentarios, más o menos chistosos de algunos columnistas, en los que pretenden
denigrar a la Iglesia Católica enumerando hechos unos detrás de otros, sin orden
ni concierto. Simplemente están juntando churras con merinas, mezclando verdades
sin fundamentar ni matizar, con lugares comunes y falsedades flagrantes.