En la última encíclica de Benedicto XVI y, por tanto, la primera del Papa Francisco, publicada en junio del 2013, pocos meses después de la renuncia del primero y enseguida de la llegada del segundo, la Encíclica Lumen fidei, se aborda magníficamente la cuestión de la fe, la última de las virtudes teologales, después de haberlo hecho magistralmente, en los años anteriores, con sendas encíclicas sobre la caridad y sobre la esperanza.