Recuerdo que hace unos años, publicaba Forges una de sus más famosas y reproducidas viñetas, en la que, a un individuo gris y habitual, un español medio, se le situaba a su lado, codo con codo, en una parada de autobús, un joven barbudo y “fumeante”, y entre las típicas brumas se podía leer el pensamiento del ciudadano, quien entre exclamaciones decía con contundencia: “Cuidado Pepe un estudiante”.