Cuando san Josemaría Escrivá de Balaguer, Fundador del opus Dei, a comienzos de los años sesenta en un pueblo de Navarra , Reparacea, reunió a un grupo de padres de familia, algunos de ellos expertos en educación, otros en enseñanza y otros en economía, para animarles a poner en marcha unos colegios que tuvieran como perspectiva la formación integral de la juventud y en los que colaboraran activamente los tres grandes colectivos implicados: padres, profesores y alumnos, les dejó una amplísima libertad de movimientos pero una absoluta claridad en los principios fundamentales.