En España, tenemos un grave problema demográfico, del que apenas se habla, mientras se aprueban leyes que nada ayudan a la institución familiar, porque se pretende equipararla a cualquier tipo de relación entre personas. Como alguien dijo, si toda unión es matrimonio, este deja de tener razón de ser; y se podría añadir: si cualquier relación entre personas se considera una familia, adiós a la familia como célula básica de la sociedad. Las consecuencias serán deletéreas tanto desde perspectivas económicas, como educativas, cívicas, culturales…; es decir, para el bien común.