En este país nos encontramos en estos días con un panorama un tanto sorprendente: el gran contraste entre unas regiones y otras en cuanto a la cantidad de agua. Ayer viajaba por Castilla, por la provincia de Segovia, y se notaba abundancia de agua, hasta el punto de advertir la existencia de barrizales y charcos. Y luego nos advirtieron, en dos pueblos diferentes, en la meseta, sobre la humedad grande que hay en las casas e incluso en las iglesias, debido a la gran cantidad del líquido elemento existente.