Todos los domingos en la misa se recita el Credo o Símbolo de los Apóstoles y, con toda naturalidad, reafirmamos nuestra fe en el dogma de la Comunión de los Santos y, por tanto, en la sólida unidad de la Iglesia triunfante, purgante y militante, es decir que todos formamos una familia sobrenatural en Jesucristo nuestro Señor y en la compañía de la Virgen, Madre de la Iglesia, de san José, de los ángeles y los santos.