Pienso que el lenguaje es uno de los más admirables dones o atributos que posee nuestra naturaleza humana. El estudio del origen, de las características y de la evolución de cualquiera de los idiomas y dialectos que han sido o que son vehículos de comunicación entre las personas es una tarea fascinante, pero llena de misterios, interrogantes y sorpresas. Pensemos, por ejemplo, en la etimología y en la historia de las palabras, bien sean nombres comunes, bien sean topónimos, antropónimos o patronímicos…; o en el origen y el significado de frases hechas, refranes, aforismos, sentencias…