Pienso que todo lector de poesía coincidirá conmigo en que una de las estrofas más perfecta, más apta para expresar belleza, es el soneto. Escribir un mal soneto no es fácil, escribir un buen soneto está reservado a los mejores poetas. Se podrá pensar que el soneto es agua pasada, una forma en desuso, una antigualla, una pieza de museo que contemplamos absortos y quizá con cierta nostalgia. Sin embargo, no es así. Quizá se escriban menos sonetos que en el Siglo de Oro, época difícil de igualar, pero Rubén Darío, Unamuno, Juan Ramón Jiménez, los hermanos Machado, García Lorca, Miguel Hernández, Gerardo Diego, Luis Rosales, José Luis Hidalgo, Leopoldo Panero, Rafael Morales, Vicente Gaos, José García-Nieto, Rafael Morales, Blas de Otero, solo por citar algunos poetas del siglo pasado, han escrito magníficos sonetos.