Dice Cervantes en el Quijote que donde hay mucho amor no suele haber demasiada desenvoltura. Hablar del pudor, que el DRAE define como honestidad, modestia, recato, no es fácil en los tiempos actuales, por lo menos en nuestro entorno occidental, pues es un sustantivo que suele asociarse a mojigatería, a tenebrosos tiempos pasados, a falta de espontaneidad, a represión y frustración... Me parece que Fernando Hurtado lo hace con mucho acierto en Personalidad y belleza en la mujer, pues da con las claves antropológicas en las que se fundamenta esa virtud y muestra de un modo atractivo la importancia que tiene, por esto el libro lleva como subtítulo claves de la relación varón y mujer.