Afirma Graham Greene, en El final del affaire (Libros del Asteroide, 2019), que la infelicidad es mucho más fácil de narrar que la felicidad, y quizá tenga razón si nos fijamos en muchas de las novelas más destacadas del siglo pasado y de lo que va de este. Parece que se desconfía del bien, se lo pone bajo sospecha, como si no fuera posible, y nos ofrecen a menudo protagonistas escépticos en el mejor de los casos, y a otros siempre quejicosos e incluso cínicos, que es una conducta mucho peor. Son las consecuencias del relativismo nihilista, patente en muchos ambientes culturales, que lógicamente se manifiesta en la literatura, en el cine, en el arte...