Cuando el célebre filósofo madrileño, Leonardo Polo (1926-2013), trabajaba como catedrático de Historia de la filosofía en la Universidad de Granada, y fue invitado a incorporarse, de nuevo, a trabajar e investigar en la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Navarra en 1968, como profesor ordinario, como de Director de Estudios y, finalmente, como Director del Departamento de Historia de la Filosofía y de las Ciencias, se propuso, entre otros muchos objetivos, el de trabajar por la unidad de las ciencias.