La mujer, históricamente, ha sido denigrada como un ser inferior al varón, o vista como un ser privilegiado. La Dra. Alice von Hildebrand caracteriza en El Privilegio de Ser Mujer las diferencias entre ambos puntos de vista, basadas en distintas visiones del hombre: la secularista y la sobrenatural. Al argumentar la superioridad de los varones a través del tiempo en fuerza, poder, éxito y creatividad, la obra expone cómo los esfuerzos del feminismo para lograr la igualdad imitando a éstos son antinaturales, insensatos, destructivos y frustrantes.