El equilibrio entre el conocimiento que se tiene del tribunal inquisitorial español y la realidad de la grandeza, altura y profundidad temática del siglo de oro de la cultura castellana, es una cuestión que periódicamente entra en crisis. Para unos es innegable la actuación nefasta del tribunal y, por tanto, el siglo de oro no debió de existir y, para otros, la Inquisición produjo una autocensura, tan grande como la cultura del siglo de oro.