Desde el momento en que Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Martin de Azpilcueta, Bartolomé de Albornoz, Tomás de Mercado, Diego de Covarrubias, Luis de Saravia, Juan de Medina y tantos filósofos y teólogos del siglo XVI rompieron una lanza por la economía de mercado y favorecieron la santificación de los cristianos en esos campos de la vida humana, la historia del dinero y de la banca comenzaron a formar parte de la santificación del mundo desde dentro.